viernes, 4 de noviembre de 2011

Extracción de la piedra de la locura

Durante la Edad Media, la persona que tenía una escasez de facultades intelectuales o presentaban un deterioro de las mismas, una demencia, se consideraba que era debido a una obstrucción en el cerebro por la formación de piedras en el interior de la cabeza. Esta creencia fue aprovechada por charlatanes y curanderos, para intervenir a estos pacientes y eliminar la supuesta causa del mal.
Por este motivo, la extracción de la piedra de la locura era una intervención quirúrgica muy frecuente como la que vemos en el cuadro de Van Hemessen, que se conserva en el Museo del Prado.
El charlatán o cirujano barbero realizaba una incisión en la piel de la frente del demente, y con gran habilidad en el momento oportuno mostraba la piedra que previamente habia escondido en su manga, o le daba un ayudante.
(Extracción de la piedra de la locura. Jan Sanders van Hemessen)






Aquí vemos la tienda del charlatán montada en pleno mercado. El cirujano, con gafas, ha dejado la carta de privilegio sobre la mesa: es la documentación que le permite actuar quirúrgicamente. Al lado del cirujano, un familiar del paciente levanta las manos hacia el cielo en actitud de súplica, y dos mujeres a su lado, ataviadas como si fuesen enfermeras. En la parte superior izquierda hay tres piedras colgando de un hilo, extraidas en otras intervenciones previas.
Esta intervención quirúrgica se realizaba con mucha frecuencia en los siglos XV a XVII pero esta farsa quirúrgica no es exclusiva de Europa, Fray Bartolomé de las Casas cita intervenciones parecidas en su Historia Indiana y, Rhazes (850) el llamado galeno árabe, también las señala

Neurología en el Arte
J.L. Martí i Vilalta

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